Las cardiopatías congénitas o adquiridas requieren un seguimiento médico continuo y pueden limitar algunas actividades físicas o demandar atención especial dentro del entorno escolar. Por ello, es fundamental que tanto los padres como el personal educativo estén bien informados sobre la condición del niño, sus necesidades específicas y posibles situaciones de emergencia. No obstante, manteniendo buenos hábitos y un control médico periódico, los niños con cardiopatías pueden disfrutar del curso escolar de manera plena y segura, pudiendo participar en la mayoría de las actividades junto con sus compañeros.
El Dr. Andrés Licero Gualdrón, responsable de la consulta de Cardiología Infantil del hospital IMED Levante, nos despeja todas las dudas sobre la Vuelta al Cole para niños con cardiopatías.
¿Puede mi hijo hacer deporte si le han detectado un soplo cardiaco?
Los soplos cardiacos inocentes o benignos son bastante frecuentes en los niños, de hecho, se estima que cerca del 80% de los niños presentarán soplos en algún momento de su infancia. Por esta razón, en el caso de un niño sano, asintomático, con buena ganancia ponderal, sin antecedentes familiares de riesgo y que tolere bien el ejercicio, a quien se le haya diagnosticado recientemente un soplo de características de benignidad, no tiene contraindicación alguna para la práctica deportiva.
Otro caso muy distinto es aquel soplo vinculado a alguna cardiopatía congénita o estructural. Para ello, en estos casos disponemos de una ‘Guía Clínica de Evaluación Cardiovascular previa a la práctica deportiva en pediatria’, elaborada por la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas, donde se evalúa en detalle las recomendaciones para la práctica deportiva en niños y adolescentes con enfermedad cardiovascular.
Y si tiene arritmia, ¿puede hacer deporte?, ¿hay riesgo de muerte súbita?
Cabe destacar que la muerte súbita inesperada en deportistas jóvenes es muy infrecuente, no obstante, un alto porcentaje de estas muertes sí están relacionadas con el ejercicio y, probablemente, vinculadas a casos de arritmias cardíacas. Afortunadamente, las arritmias cardíacas que aparecen con la práctica del ejercicio se manifiestan más a menudo con síncopes o presíncopes que con una muerte súbita.
Si bien las arritmias suelen manifestarse en corazones con alguna cardiopatía estructural, también pueden presentarse en corazones estructuralmente normales que padezcan algún trastorno primario de la conducción eléctrica, como por ejemplo una Taquicardia Supraventricular vinculada a una vía accesoria, o una Taquicardia Ventricular asociada a un síndrome de QT largo.
Por tanto, la decisión del apto físico deportivo, es decir, se permita o no la práctica deportiva, dependerá del diversos factores como el tipo de arritmia, si existen antecedentes de muerte súbita en la familia, si hay cardiopatía estructural y del tipo de repercusión hemodinámica de las mismas. Se recomienda que los deportistas jóvenes con arritmia a quienes se les haya permitido el apto deportivo, se evalúen de forma periódica (cada 6-12 meses) para determinar si el proceso de entrenamiento ha modificado la arritmia o simplemente para una evaluación del cumplimiento terapéutico de los fármacos antiarrítimicos.
¿Qué debo hacer si mi hijo muestra signos de agotamiento físico durante el curso escolar?
Si un niño se queja de que se cansa más o se siente agotado físicamente, es conveniente acudir a nuestro pediatra de confianza para que realice una adecuada anamnesis y exploración física para determinar si existe alguna causa orgánica en concreto (anemia, asma, neumopatía, cardiopatía, etc.) que justifique ese deterioro de la capacidad funcional, o si, por el contrario, simplemente se debe a un desacondicionamiento físico fruto de los meses de verano, por ejemplo.
¿Cuáles son las recomendaciones para la Vuelta al Cole para niños con cardiopatías?
Lo primero, cumplir los controles periódicos fijados por Cardiología Infantil y llevar al día el calendario de vacunas sistemáticas y optativas. En segundo lugar, mantener adecuados hábitos de alimentación, salud bucodental y, por supuesto, ejercicio organizado. Por último, es muy recomendable dedicar al menos una hora de contacto al día con la naturaleza.
¿Cuál es el peso recomendado para la mochila de mi hijo?, ¿qué tipo de mochila se recomienda?
La carga mecánica de una mochila puede producir fatiga y disconfort en la espalda, con los dolores crónicos que eso puede producir. El uso de estas mochilas mochilas produce cambios biomecánicos en la espalda, cambios metabólicos por un mayor consumo, y cambios en la marcha mientras el niño la está transportando. Estos cambios son especialmente notarios cuando la mochila sobrepasa el 15% del peso corporal del niño, especialmente si el peso se distribuye de forma asimétrica, llevando un solo asa en la espalda, por ejemplo. Por esta razón, los departamentos de educación de muchos países, como Francia y Austria, entre otros, recomiendan que el peso de las mochilas no sea superior al 10% del peso del niño, así como que tengan tirantes anchos, que la mochila se lleve centrada en la espalda y apoyando en la región lumbar.