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//“Los virus cambian a lo largo del tiempo y se vuelven invencibles”

Recientemente estuvo en un curso sobre actualización en vacunación, ¿qué fue lo que sacó en claro de este curso?

Es complicado intentar resumir en un momento lo que hemos vivido en estos dos días de jornadas, pero yo creo que puedo intentar dejar tres mensajes claros.

  1. El primero tiene que ver con la resistencia antimicrobiana. ¿Qué es esto? La resistencia antimicrobiana se produce cuando los virus, las bacterias, los hongos, los parásitos cambian a lo largo del tiempo y se vuelven invencibles a los tratamientos. Esto es una pandemia silenciosa que está amenazando con destruir un siglo de progreso científico.
    Por ejemplo, en el 2019 se registraron 1.2 millones de muertes por la resistencia antimicrobiana. Aquí en España, la resistencia antimicrobiana ha matado a 4000 personas por año. ¿Qué podemos hacer para frenar esta resistencia antimicrobiana? Debemos racionalizar el uso de los antibióticos, máxime cuando se sabe que la mayoría de las infecciones en la vida pediátricas son de causa viral.Además, tenemos que fomentar la vacunación ya quenos brinda una protección directa contra patologías como la neumonía, la tosferina, contra la meningitis... También debemos fomentar también la creación de nuevas vacunas.
  2. La segunda idea puede ser un poco impactante. Aquí en España, la protección vacunal de nuestros hijos depende del código postal en el que nacen los calendarios. La vacunación no es igual en todas las comunidades autónomas. Esto hace que depende del lugar donde residas tu hijos tendrán unas vacunas u otras.
    Lo obvio no es que tenemos que reivindicar la creación de un Comité Nacional de Inmunización en el que participen no solo los técnicos de salud pública del Ministerio y de las Comunidades Autónomas, sino también a la sociedad científica para que tengamos un calendario de verdad unificado en toda España.
  3. Y el último mensaje es que la retirada de las mascarillas traerá consigo la vuelta de gérmenes conocidos.

¿Por qué cambian o evolucionan tanto las pautas de vacunación?

Esta es una pregunta que se realizan muchos padres. La medicina, como cualquier ciencia, es dinámica y es susceptible a cambios y a mejoras.

Los cambios con referencia al número de dosis entre las mismas pautas de recuerdo, no pueden obedecer a otra cosa más que a los ensayos clínicos. Estos famosos ensayos clínicos son los que  se evalúan entre otras muchas cosas. Datos de eficacia, de efectividad, de seguridad vacuna, así como la epidemiología de las enfermedades prevenibles.

Entonces, si los ensayos clínicos nos dicen que hay que cambiar una pauta, pues tenemos que confiar en la ciencia. Debemos confiar en la ciencia.

Las patologías cardíacas en niños son más comunes de lo que pensamos

Opino que debemos comenzar a hablar sobre las cardiopatías congénitas. Hablamos de cardiopatías congénitas cuando el recién nacido nace con alguna lesión anatómica de una o de varias estructuras cardíacas también.

A grandes rasgos, por cada mil recién nacidos van a aparecer ocho cardiopatías. Entonces, si el año pasado en España han nacido casi 290.000 niños, de estos 290.000, cerca de 2300 tendrán. Afortunadamente la mayoría se tratan de cardiopatías leves que incluso desaparecen espontáneamente con el tiempo. Pero hay otras cardiopatías que sí que van a requerir cirugía o algún tipo de intervención. No obstante, no todas las categorías coordinadas están presentes en el momento en que el niño nace, sino que se pueden manifestar días o meses, o años después. Es fundamental que el cardiólogo pediatra esté ahí para un seguimiento cercano.

La causa más frecuente de consulta y  lo que vemos con más frecuencia es el soplo inocente, el soplo funcional. Estos soplos provienen de las estructuras vasculares, pero en ausencia de anomalías anatómicas, es decir, se trata de un murmullo o soplido causado por alguna turbulencia que genera el paso de sangre a través de las estructuras cardíacas, pero en un corazón sano.

Los adultos estamos acostumbrados a ir a especialistas concretos, pero parece que a los niños siempre les puede atender cualquier pediatra. ¿No debería ser importante especializarse dentro de la pediatría?

Según mi opinión, los pediatras no somos como el equivalente al internista en el adulto. Nosotros como pediatras abarcamos, yo creo que muy bien, muchas de las patologías prevalentes del niño.

En ocasiones hay patologías más específicas que deben ser orquestadas por un personal entrenado y familiarizado con las mismas y ahí es donde cobra importancia la subespecialidad. La mayoría de los pediatras nos encontramos muy cómodos tratando, por ejemplo, un niño con asma leve que entre otras cosas es el común denominador. Pero cuando se trata de un niño con un mal control del asma, este niño va a requerir de pruebas y de tratamientos específicos a los que está mejor acostumbrado un neumólogo infantil.

¿Las patologías cardíacas de un niño son distintas a las de un adulto?

Bueno, en realidad yo pienso que hay cardiopatías específicas del del niño, como son las cardiopatía congénita y hay patologías que son claramente más frecuentes en el adulto, como puede ser la enfermedad coronaria, la cardiopatía isquémica, el infarto o la misma hipertensión arterial.

Entonces, aun cuando estas estas patologías son claramente más frecuentes en el adulto, no quiere decir que un niño no pueda, no pueda tener hipertensión. Y también a su vez, por supuesto, hay adultos que cuando fueron niños tuvieron cardiopatías congénitas y que hoy día requieren seguimiento. De hecho, hay unidades multidisciplinarias que se encargan de las cardiopatías congénitas en el adulto.

¿Se puede prevenir desde pequeños los futuros problemas cardíacos del adulto?

Una lesión cardíaca que no haya sido advertida o que no haya sido tratada a tiempo puede afectar la calidad de vida de los paciente e inclusive acortar la expectativa de vida.

Por esta razón, la detección de las cardiopatías es fundamental. Esta detección debe comenzar durante la vida fetal para así poder planificar dónde van a poder detectar a un niño que venga con una cardiopatía compleja, en aras de brindar un tratamiento quirúrgico precoz en un centro cualificado.

Afortunadamente, la gran mayoría de las categorías con hinchazón son susceptibles de de una corrección total o por lo menos casi definitiva, permitiendo que el niño no disfrute de una vida a futuro lo más normal posible.