El verano es una temporada emocionante para los más pequeños. Los días son más largos, el sol brilla y hay muchas actividades al aire libre. Sin embargo, junto con la diversión y las aventuras, también existen riesgos y peligros que podrían comprometer la seguridad de nuestros hijos. Por eso, es importante recordar estos consejos prácticos para evitar sorpresas desagradables. Hay que tener en cuenta que los accidentes infantiles son una de las principales causas de mortalidad en niños en todo el mundo, y como adultos, es nuestra responsabilidad cuidar y proteger a nuestros hijos hasta que sean capaces de hacerlo por sí mismos.
Prevención de ahogamientos infantiles
Durante el verano, el ahogamiento es una de las principales preocupaciones. Lamentablemente, cada año se producen entre 30 y 40 casos de niños que fallecen por ahogamiento en playas, piscinas, ríos y pozas. Aquí tienes algunas medidas preventivas clave:
- Siempre debemos estar en el agua con los niños, no es suficiente vigilarlos desde lejos. Recordemos que un niño puede ahogarse en menos de un minuto, e incluso en apenas un palmo de agua un niño de 2 años puede verse en peligro si se cae y no puede levantarse. Además, es importante saber que estos ahogamientos suelen ser silenciosos, sin que el niño haga ruido ni pida ayuda, simplemente se hunden. Por lo tanto, si los niños están en el agua, nosotros también debemos estar.
- Evita la distracción causada por el uso del teléfono móvil en playas y piscinas. En menos de 30 segundos, un accidente puede ocurrir. La atención y seguridad de nuestros hijos deben ser la prioridad por encima del uso del teléfono.
- Enseña a tus hijos a nadar desde temprana edad. Las clases de natación son beneficiosas para que adquieran habilidades acuáticas y se sientan más seguros en el agua.
- Utiliza dispositivos de flotación aprobados, como chalecos salvavidas, especialmente para los niños más pequeños. Estos dispositivos proporcionan una capa adicional de seguridad y pueden prevenir accidentes.
- Asegúrate de que las piscinas tengan cercas de seguridad y puertas con cerraduras para evitar el acceso no supervisado. En el entorno acuático, es importante tomar precauciones adicionales para reducir los riesgos.
Picaduras de medusa
Ante una picadura de medusa, es esencial seguir estos consejos para aliviar y cuidar la situación:
- Retira los restos de tentáculos con guantes o una tarjeta de crédito, evitando frotar la piel del niño con las manos desnudas para evitar una mayor propagación del veneno.
- Enjuaga la zona afectada con agua salada durante varios minutos. Evita usar agua dulce, ya que podría desencadenar la liberación de más veneno.
- Aplica compresas frías o hielo envuelto en un paño sobre la picadura para aliviar la hinchazón y reducir la sensación de quemazón.
- Si es necesario, utiliza una crema o gel tópico con propiedades analgésicas para aliviar el dolor y la irritación causados por la picadura.
- Evita que el niño se rasque la zona afectada, ya que esto puede empeorar la irritación y aumentar el riesgo de infección.
- Si la picadura provoca una reacción alérgica grave, como dificultad para respirar, hinchazón excesiva o síntomas sistémicos, busca atención médica de inmediato.
Cortes en la playa
No debemos olvidar los accidentes frecuentes que ocurren en la playa, como cortes en los pies al caminar descalzos y pisar algo enterrado en la arena.
Estas amenazas pueden variar desde basura hasta cangrejos o erizos de mar. Es importante enseñarles a los niños a prestar atención a lo que pisan y, en el caso de los más pequeños, llevarlos en brazos hasta llegar al lugar donde colocaremos las toallas y la sombrilla.
Caídas en la piscina
Si los niños van a una piscina, deben tener cuidado al caminar cerca del borde. Las caídas desde el bordillo debido a la falta de atención son bastante comunes, y para los niños muy pequeños, esto puede ser mortal si no saben nadar. Es importante enseñarles a mantenerse alejados del borde o instalar cercas alrededor de la piscina cuando sea posible.
Electricidad y agua
Es común que los niños estén descalzos o mojados después de bañarse. La combinación de electricidad y agua es extremadamente peligrosa, especialmente cuando se trata de la seguridad de nuestros hijos. Es crucial educar a los niños sobre los riesgos asociados con el contacto directo o indirecto de la electricidad y el agua.
Como padres y cuidadores, debemos estar atentos y tomar las medidas necesarias para evitar que nuestros hijos se expongan a situaciones peligrosas, asegurándonos de que no manipulen enchufes, cables o aparatos eléctricos sin haberse calzado y secado adecuadamente.
Accidentes en bicicletas, patinetes y monopatines
Durante todo el año, a los niños les encanta montar en bicicleta, patinete o monopatín, pero el uso del casco no debe negociarse en ninguna circunstancia. El casco tiene el poder de salvar vidas, y eso siempre debe estar en nuestra mente. Incluso una caída aparentemente insignificante de un niño en su bicicleta puede resultar en un traumatismo craneoencefálico grave.
Por lo tanto, asegurémonos de que nuestros hijos usen siempre el casco adecuado para proteger su cabeza en todo momento. Enseñémosles las normas de tránsito y supervisémoslos cuando estén en vías públicas. Además, elijamos áreas seguras para montar, lejos del tráfico intenso.