Hemos elaborado por ello 10 consejos para intentar evitar algunos sustos innecesarios durante la época estival.
En verano, no bajes la guardia
En esta época, sigue habiendo enfermedades. Los catarros virales, la gastroenteritis, la otitis externa, la laringitis, la conjuntivitis, las picaduras de insectos, el pie de atleta… son las alteraciones que más afectan a la salud de los niños durante los meses estivales. Ante cualquier problema de salud, no dudes en dirigirte a un especialista.
Las gastroenteritis son frecuentes del verano
La mejor medida de prevención es extremar la higiene de manos. Los niños ahora juegan más en la calle, en el jardín o en la piscina. Otra enfermedad digestiva propia del verano es la salmonelosis. En esta patología es muy aconsejable el correcto lavado de los alimentos, su cocinado adecuado y la refrigeración en estos meses tan calurosos.
Vigila los hábitos alimenticios de tus hijos en verano
La época de vacaciones se presta al picoteo y a comidas más desorganizadas. En verano la dieta debe ser como en cualquier época del año: variada y equilibrada, con alimentos de todos los grupos: frutas, verduras, carnes, pescados, cereales, legumbres, huevos y lácteos. Es aconsejable vigilar la tendencia al desorden en las comidas y al consumo de alimentos no nutritivos.
Durante el verano debemos vigilar que los más pequeños se hidraten a menudo
El aumento de la temperatura ambiental aumenta la deshidratación y se vuelve necesario insistir en este tema con los niños, que además realizan más actividad física en estos meses.
Los síntomas de alerta de que el niño está deshidratado son: piel pálida y ojeras marcadas por la falta de líquido en la piel. Al principio también hay irritabilidad y si avanza, decaimiento. En bebés que tengan aún la fontanela abierta, está se hunde.
Protege a los niños y a los bebés de los golpes de calor.
Y recuerda que especialmente los niños menores de un año son los más sensibles al golpe de calor. Mantener a un niño en un coche cerrado, aunque sea por poco tiempo, exponerse al sol en horas de mucho calor o hacer ejercicio intenso sin la adecuada hidratación son situaciones que favorecen este tipo de episodios.
Aplica bien la crema solar a los más pequeños de la casa.
La crema solar debe aplicarse previamente a que el niño se ponga el traje de baño y media hora, como mínimo, antes de que se exponga al sol. Lo ideal es echar la crema en casa por todas las zonas, sin olvidar ninguna (orejas, manos, nariz, nuca, pies…). Es importante extenderla correctamente (haciendo círculos) y renovarla al menos cada dos horas. La crema no solo se utiliza los días de sol sino también los días nublados.
Si el niño sufre quemaduras, lo primero es apartarlo del sol y si tiene ampollas, buscar la atención sanitaria.
Vigila siempre a los niños en el mar y en la piscina.
Desgraciadamente, los ahogamientos son la segunda causa más frecuente de fallecimiento en menores de nueve años, por eso los niños siempre han de estar vigilados cuando están en el agua. Los expertos aconsejan enseñarles a nadar pronto, pero, aun así, hay que controlarlos siempre visualmente.
Frente a un episodio de ahogamiento, y aunque se haya respondido favorablemente a las maniobras de reanimación, el paciente debería permanecer en observación en un hospital durante 72h.
En verano, limita el tiempo de exposición a los aparatos digitales de los niños.
Aunque estén de vacaciones, conviene limitar el tiempo de exposición a pantallas. Móviles, videojuegos, televisión, películas… El verano debe ser un momento inigualable para vivir más al aire libre, hacer deporte, jugar con otros niños, leer… Los niños tienden a no encontrar los límites y debemos marcárselos y organizar su tiempo para que disfruten todo lo posible de esta época de vacaciones.
Aprovecha esta época para organizar más actividades en familia o con amigos.
¿Deben llevar los niños gafas de sol?
Sí, por muchos motivos. Proteger los ojos del sol, al igual que la piel, desde la primera infancia es muy importante para evitar fundamentalmente que los rayos UV dañen la retina del niño, así como para evitar quemaduras en la córnea que, a la larga, en la edad adulta, puedan producir cataratas o ceguera. Unas gafas de sol pueden proteger también frente a cuerpos extraños (polvo, arena…) y a la contaminación ambiental y ayudan a evitar irritaciones, escozor…
Picaduras
¿Qué hacer ante la picadura de una medusa? Aplica agua salada si le pica una medusa: Las picaduras de medusas pueden ser muy dolorosas. Lo más importante es no frotar la zona ni echar agua dulce, pues el veneno se extendería. Hay que aplicar agua salada o suero fisiológico y si han quedado tentáculos dentro de la piel, extraerlos con unas pinzas.
¿Y qué hacer ante la picadura de un mosquito? Para reducir las molestias es recomendable lavar con agua y jabón, aplicar frío local o una solución de calamina o de amoniaco en barritas. También en los casos en que se produce una reacción generalizada (alérgica) cuando puede ser útil la administración de un antihistamínico.
En cualquier caso, consulta con un especialista si es necesario. Y recuerda, el hospital IMED Elche cuenta con urgencias con pediatras las 24h del día.